jueves, 11 de marzo de 2010

EL SUEÑO DE CONSTANTINO


El Sueño de Constantino es una de las pinturas clave del Quattrocento Italiano, del Renacimiento. Fue realizada por Piero della Francesca en 1466. Se trata de un fresco de 329 x 190 cm, ubicado en la Iglesia de San Francisco de Arezzo.

Piero della Francesca representa en esta obra un tema mitológico, en el que, según cuenta la historia, el emperador Constantino es visitado, en el momento previo al despertar, por un ángel que le invitará a mirar al cielo donde hay una cruz formada por 2 rayos luminosos y sobre ella una señal que decía: “In hoc signo vencis” (Con esta señal vencerás), refiriéndose a la batalla contra Magencio. El Sueño de Constantino es una de las escenas más famosas de “La Leyenda de la Cruz”.

Esta obra se considera la primera composición nocturna de la pintura italiana.

En la zona superior izquierda, encontramos al ángel (en una posición muy escorzada) siendo el foco de iluminación del conjunto; en la parte inferior izquierda aparece representado uno de los soldados de Constantino, de espaldas, dando espacio pictórico a la obra. A la derecha, otro soldado, de frente.

El eje central de la obra es la columna que sujeta la tienda.

Constantino está representado durmiendo, dentro de su tienda, guardado su sueño por un sirviente que apoya su codo en la cama imperial, sedente.

 

En esta obra predomina el dibujo sobre el color; los colores son cálidos en la zona iluminada (por el ángel); el paisaje es frío.

La luz deja de ser totalmente conceptual, ya que, como podemos observar no todo está iluminado con la misma intensidad, sino que la iluminación nocturna crea un atrevido efecto de claroscuro y volumetría.

Piera della Francesca muestra una sensación de perspectiva colocando diversas tiendas al fondo, creando una perspectiva lineal.

El sirviente es una de los mejores rostros realizados por el maestro, con una increíble sensación de modernidad dirigiendo la mirada al espectador.

Las telas ofrecen sensacionales plegados, tanto en la tienda como el los soldados y el ángel.

Bien es cierto que los personajes carecen de expresividad, pero, aún asó, los conceptos lumínicos, anatómicos y de perspectiva son dignos de reseñar, tomando como antecedente directo los trabajos de Masaccio, en la Capilla Brancacci.

 

Piero della Francesca fue una pintor Cuatrocentista italiano. Su obra se caracteriza por la volumetría de las figuras, el estudio anatómico. Destaca la inexpresividad y frialdad de los personajes, con figuras que parecen estar muy estáticas, como congeladas y suspensa en sus propios movimientos. Se percibe también la voluntad de construcción de un espacio racional y coherente.

Piero se interesó mucho por los problemas del claroscuro y perspectiva. La luz de sus cuadros es muy diáfana, con un tratamiento uniforme. Alguna de sus obras más importantes son “La Virgen, los Santos y Federico Montefeltro”, “Flagelación de Cristo” y la Capilla Mayor de San Francisco de Arezzo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

NACIMIENTO DE VENUS


El Nacimiento de Venus es una de las obras más famosas de Botticelli. Realizada en 1485, para un miembro de la familia Médizi. Se trata de una pintura de Renacimiento Italiano, del Quattrocento. Es un temple sobre lienzo, de 172,5 x 278,5 cm. Se encuentra en la Galería de los Uffizi.

El tema iconográfico es mitológico. El momento que representa el artista es la llegada de la Diosa, de Venus, tras su nacimiento, que está siendo empujada por el soplo de los diosas alados.

A la izquierda aparecen los primeros 2 personajes: Céfiro (Dios del viento) y Flora (Diosa de la brisa). Aparecen fuertemente abrazados simbolizando la unión de la materia y el espíritu.

El centro de la composición está ocupado por la Diosa Venus sobre una concha que flota en un mar verdoso. Aparece como una Venus púbica, con una mano cubriéndose el pecho, y con otra el sexo. El desnudo representa la inteligencia pura y el saber supremo.

A la derecha de la composición, la Primavera, esperando para cubrirla a Venus con un manto rojo con motivos florales. Ella representa el amor eterno.

En esta obra resalta el dibujo sobre el color, respecto los colores, son fríos, verdosos, azules, pero con una excepción en el manto de La Primavera, en rojo.

La luz es conceptual, es decir, toda la obra está iluminada de igual forma.

Botticelli no se preocupa mucho por la anatomía del cuerpo. Pinta a Venus en contraposto, con el peso en la pierna izquierda. El color de la piel es marfil, cubierto por sus largos y rubios cabellos.

Botticelli fue una de los pintores renacentistas italianos más importantes del Quattrocento. Son destacadas obras como “La Primavera” y “El nacimiento de Venus”. Pinta numerosas obras religiosas, profanas y mitológicas. También realizo varios retratos. Realizó entre 150 y 180 obras, repartidas en la actualidad en distintos museos de Londres, Florencia, Berlín, etc.