viernes, 7 de mayo de 2010

VENUS DE URBINO


Venus de Urbino, también llamada Venus del perrito, es una célebre pintura al

óleo sobre lienzo cuyas dimensiones son de 119 cm x 165 cm, realizada en 1538 por Tiziano. Pertenece al Cinquecento Italiano.
En
1661 este cuadro se encontraba en la colección de los Médicis; desde 1736 se encuentra en la
Galleria degli Uffizi
(Florencia).

Es un lienzo al óleo del pintor Tiziano, en el que aparece en primer término la figura desnuda de una mujer, llamada la Venus de Urbino por Vasari.

Una de las obras más espectaculares de Tiziano, realizada durante su estancia en la Corte de Urbino. Es la primera ocasión en que Tiziano pinta una figura de Venus, mostrándola en un interior, situada sobre un diván tapizado en rojo cubierto con una sábana blanca. En primer plano, dirige su mirada al espectador con cierta provocación. En su mano derecha porta unas flores mientras que con la izquierda cubre su pubis. Sus rubios cabellos caen sobre sus hombros, creando una figura de evidente clave erótica. Se trataría de una representación real de alguna mujer concreta, de carne y hueso, olvidando imágenes que muestran el ideal de belleza. Al fondo apreciamos la estancia contigua con una ventana que permite ver el cielo y un árbol. Dos jóvenes se afanan en buscar ropas en un arcón, siendo esta escena un precioso complemento a la figura desnuda.

 

 

Se puede ver un fuerte contraste de luces y sombras. La luz dorada proviene de la izquierda e ilumina la figura, que ocupa el centro de la composición y se dispone en línea oblicua. Hay una idea de perspectiva materializada en el alejamiento de las baldosas del suelo y la disminución de las figuras hacia el fondo del cuadro, culminando en el paisaje que se ve a través de la ventana, paisaje que da una sensación de infinito.

Los rasgos de la mujer retratada son más realistas que idealistas. Esto viene indicado por la inclusión de la figura del perro, símbolo de la fidelidad. Dicha mujer podría tratarse de la esposa del duque de Urbino, de una cortesana o incluso de una alegoría neoplatónica.

La imagen destila un erotismo sensual, una novedad en la pintura del cinquecento, pues hasta entonces el desnudo se inscribía en unas reglas religiosas, sin mostrar ese erotismo que se manifiesta en una mirada provocativa y abierta al espectador, la caída de los cabellos sobre el hombro o las flores que lleva en la mano. La mujer se tapa púdicamente la zona púbica, al estilo clásico y es un recuerdo de La Venus dormida de Giorgione, pintor del que obtiene muchas influencias, pues trabajó con él en el taller de los Bellini en Venecia. Tiziano la coloca en un ambiente cerrado, una estancia, al contrario que Giorgione que la sitúa en un espacio abierto.

El lujo que rodea la estancia puede ser reflejo de la riqueza de la ciudad de Venecia, que adquiere con su comercio. Tiziano fue declarado pintor oficial de Venecia y consiguió gran fama, marchando a partir de entonces a varias ciudades y siendo reclamado por príncipes europeos, como Carlos V o los duques de Urbino, ciudad donde pintó este cuadro.

jueves, 11 de marzo de 2010

EL SUEÑO DE CONSTANTINO


El Sueño de Constantino es una de las pinturas clave del Quattrocento Italiano, del Renacimiento. Fue realizada por Piero della Francesca en 1466. Se trata de un fresco de 329 x 190 cm, ubicado en la Iglesia de San Francisco de Arezzo.

Piero della Francesca representa en esta obra un tema mitológico, en el que, según cuenta la historia, el emperador Constantino es visitado, en el momento previo al despertar, por un ángel que le invitará a mirar al cielo donde hay una cruz formada por 2 rayos luminosos y sobre ella una señal que decía: “In hoc signo vencis” (Con esta señal vencerás), refiriéndose a la batalla contra Magencio. El Sueño de Constantino es una de las escenas más famosas de “La Leyenda de la Cruz”.

Esta obra se considera la primera composición nocturna de la pintura italiana.

En la zona superior izquierda, encontramos al ángel (en una posición muy escorzada) siendo el foco de iluminación del conjunto; en la parte inferior izquierda aparece representado uno de los soldados de Constantino, de espaldas, dando espacio pictórico a la obra. A la derecha, otro soldado, de frente.

El eje central de la obra es la columna que sujeta la tienda.

Constantino está representado durmiendo, dentro de su tienda, guardado su sueño por un sirviente que apoya su codo en la cama imperial, sedente.

 

En esta obra predomina el dibujo sobre el color; los colores son cálidos en la zona iluminada (por el ángel); el paisaje es frío.

La luz deja de ser totalmente conceptual, ya que, como podemos observar no todo está iluminado con la misma intensidad, sino que la iluminación nocturna crea un atrevido efecto de claroscuro y volumetría.

Piera della Francesca muestra una sensación de perspectiva colocando diversas tiendas al fondo, creando una perspectiva lineal.

El sirviente es una de los mejores rostros realizados por el maestro, con una increíble sensación de modernidad dirigiendo la mirada al espectador.

Las telas ofrecen sensacionales plegados, tanto en la tienda como el los soldados y el ángel.

Bien es cierto que los personajes carecen de expresividad, pero, aún asó, los conceptos lumínicos, anatómicos y de perspectiva son dignos de reseñar, tomando como antecedente directo los trabajos de Masaccio, en la Capilla Brancacci.

 

Piero della Francesca fue una pintor Cuatrocentista italiano. Su obra se caracteriza por la volumetría de las figuras, el estudio anatómico. Destaca la inexpresividad y frialdad de los personajes, con figuras que parecen estar muy estáticas, como congeladas y suspensa en sus propios movimientos. Se percibe también la voluntad de construcción de un espacio racional y coherente.

Piero se interesó mucho por los problemas del claroscuro y perspectiva. La luz de sus cuadros es muy diáfana, con un tratamiento uniforme. Alguna de sus obras más importantes son “La Virgen, los Santos y Federico Montefeltro”, “Flagelación de Cristo” y la Capilla Mayor de San Francisco de Arezzo.

miércoles, 10 de marzo de 2010

NACIMIENTO DE VENUS


El Nacimiento de Venus es una de las obras más famosas de Botticelli. Realizada en 1485, para un miembro de la familia Médizi. Se trata de una pintura de Renacimiento Italiano, del Quattrocento. Es un temple sobre lienzo, de 172,5 x 278,5 cm. Se encuentra en la Galería de los Uffizi.

El tema iconográfico es mitológico. El momento que representa el artista es la llegada de la Diosa, de Venus, tras su nacimiento, que está siendo empujada por el soplo de los diosas alados.

A la izquierda aparecen los primeros 2 personajes: Céfiro (Dios del viento) y Flora (Diosa de la brisa). Aparecen fuertemente abrazados simbolizando la unión de la materia y el espíritu.

El centro de la composición está ocupado por la Diosa Venus sobre una concha que flota en un mar verdoso. Aparece como una Venus púbica, con una mano cubriéndose el pecho, y con otra el sexo. El desnudo representa la inteligencia pura y el saber supremo.

A la derecha de la composición, la Primavera, esperando para cubrirla a Venus con un manto rojo con motivos florales. Ella representa el amor eterno.

En esta obra resalta el dibujo sobre el color, respecto los colores, son fríos, verdosos, azules, pero con una excepción en el manto de La Primavera, en rojo.

La luz es conceptual, es decir, toda la obra está iluminada de igual forma.

Botticelli no se preocupa mucho por la anatomía del cuerpo. Pinta a Venus en contraposto, con el peso en la pierna izquierda. El color de la piel es marfil, cubierto por sus largos y rubios cabellos.

Botticelli fue una de los pintores renacentistas italianos más importantes del Quattrocento. Son destacadas obras como “La Primavera” y “El nacimiento de Venus”. Pinta numerosas obras religiosas, profanas y mitológicas. También realizo varios retratos. Realizó entre 150 y 180 obras, repartidas en la actualidad en distintos museos de Londres, Florencia, Berlín, etc.

domingo, 17 de enero de 2010

CATEDRAL DE LEÓN

La catedral de León, perteneciente al arte gótico, es la más francesa de todas las españolas, se comenzó bastante avanzado el siglo XIII. Tomando como base una iglesiadel siglo X, remodelada en la centuria siguiente, su inicio debe situarse con posterioridad a 1255 y contó con el propio obispo de la sede Martín Fernández y con el rey Alfonso X, como valedores principales.

La planta es casi una réplica de la Catedral de Reims aunque en formato algo menor. Para su alzado, en cambio, se ha recurrido a las novedades presentes en Amiens, en lo concerniente al vaciado del triforio que se convierte por ello en una nueva entrada de luz.

León en este sentido es la catedral española que sintoniza más con los presupuestos de la estructura diáfana francesa, a lo que contribuyen directamente las magníficas vidrieras conservadas en su mayor parte.



Destaca la fachada principal con cinco arcos finamente esculpidos en el siglo XIII, con tres puertas y rosetón central, flanqueada por dos torres góticas. Tiene unas dimensiones de 90 m de larga, 30 m de alta y 29 m de ancha. Dividida en tres naves, de la entrada al transepto, y cinco naves del transepto al altar mayor. La catedral presenta macrocefalia, es decir una cabecera de mayor tamaño que lo común y que le resta algo de profundidad y perspectiva pero a cambio le brinda mayor espacio para los fieles (debido a estar en el camino de Santiago su afluencia era mayor). En sus muros presenta 125 ventanales, con vidrieras policromadas de origen medieval, siendo consideradas de las mejores del mundo en su género. De ellas, destacan el gran rosetón central situado en el pórtico central, entre las dos torres de aguja, así como las de la Capilla Mayor, el transepto norte y la Capilla de Santiago.Además del marco arquitectónico, en León debemos resaltar su excelente escultura.
Las obras en la catedral continuaron a lo largo de los siglos
XV, XVI y XVII, realizándose importantes obras de restauración
en el XIX y primeros años del XX.
La Capilla Mayor, cerrada por una verja de estilo
plateresco, contiene una custodia de plata del siglo XVI y pinturas góticas en el retablo del Altar Mayor. Magníficas esculturas del siglo XV en la capilla del sagrario.

El claustro del siglo XIV tiene forma de cuadrado regular, con seis arcos ojivales en cada lado.


En el Museo Catedralicio se conserva un Cristo de marfil de siglo XIII, algunas esculturas de Juan de Juni y sus discípulos, un misal del siglo XVI y varios ornamentos litúrgicos de la misma época.

En la biblioteca hay varios manuscritos visigodos y un ejemplar de la Lex Romana Visigothorum.




miércoles, 13 de enero de 2010

NOTRE DAME


La catedral de Notre Dame fue construida entre 1163 y 1345, a manos del obispo Maurice de Sully, que emprende la construcción de la nueva catedral en el solar que ocupaba una antigua basílica dedicada a San Ettiene. Existe todavía en Notre Dame una dualidad de influencias estilísticas: por una lado, reminiscencias del Románico Normando, con su fuerte y compacta unidad, por otro lado, el ya innovador aprovechamiento de las novedades arquitectónicas Góticas, que confieren al edificio una ligereza y una aparente facilidad en el soporte del peso de la construcción. La catedral de Notre Dame pertenece al Arte Gótico francés, está construida a piedra cortada regularmente y está ubicada en París (Francia).

Como la mayoría de la catedrales góticas, está dedicada a la Virgen María.

 

Notre Dame consta de un estilo directamente ligado al auge del goticismo, empleando elementos básicos de este estilo, el cual le da una apariencia más señorial a la construcción .

Su planta se puede determinar casi de Cruz Griega, la nave del crucero apenas si sobresale de la misma. Consta de 5 naves, y un doble deambulatorio rodeando el edificio, con una serie de capillas cuadradas que lo circundan, con lo que resulta un gran prebisterio. La nave central es de mayor altura que las laterales, y observamos como elemento sustentante columnas en vez de pilares, algo que suele aparecer en el primer Gótico. Los elementos sostenidos son arcos formeros apuntados bastante abiertos, con bóvedas sexpartitas. En las naves laterales observamos arcos fajones, y bóvedas de crucería. Sobre las naves laterales se encuentran la tribuna, y, sobre ella, una especie de ventanales organizamos por 2 arcos y un óculo abierto entre ellos y abrazados por uno mayor, con lo que presenta 3 pisos en altura.

Todos los huecos de ventanales y rosetones (que aparecen en la fachada) aparecen decorados por vidrieras, con lo que la luz en el interior remite al ideal de espacio místico que buscaban los arquitectos de la época.

 

En el exterior consigue crear un perfecto equilibrio entre la línea horizontal y la vertical. También por fuera se refleja la arquitectura interna, al observar las diferentes alturas y poder contemplar el sistema de contrarrestos a base de arbotantes y contrafuertes alejados del muro.

Su fachada es el prototipo de las francesas, con un esquema en “hache”, teniendo el cuerpo principal 2 torres que la flaquean, rematadas en terraza. Cada una de ellas cuentan con sendos rosetones, calados con vidriera. La fachada nos muestra una distribución en pisos y está dividida en 3 puertas por el exterior, con lo que parece que tiene 3 naves, en vez de las 5 que presenta. Sobre el parteluz se abre un tímpano encajado sobre el dintel, dividido en 3 partes. En esta misma fachada hay nichos y hornacinas que albergan santos y profetas. Las arquivoltas ojivales están llenas de figuras que recogen la disposición del arco. Sobre esta primera planta de las puertas aparece un friso con las estatuas de los Reyes, el cual fue destruido en la Revolución Frances y fue restaurado por Viollet de Luc. Sobre ese friso hay un rosetón en el centro de menores proporciones que los de la fachada norte y sur. Dos torres de planta cuadrada a cada lado rematan la construcción. Tiene los 4 lados totalmente abiertos como corresponde a los campaniles y son perfectamente iguales.

Hermosas y variadas gárgolas de desagüe y otra serie de figuras de decoración completan la escultura de este templo.

sábado, 19 de diciembre de 2009

TERRAZA DEL CAFE DE LA PLACE DU FORUM EN ARLÉS POR LA NOCHE

Van Gogh, Terraza del café de la Place de Forum en Arlés por la noche, 1888, óleo sobre lienzo, 81 x 65,5 cm, Otterlo, Rijksmuseum Kröller-Müller.
El tema del Ródano bajo la noche estrellada le atrajo en el verano de 1888. Aprovecha la luz de las farolas y la natural de las estrellas, se sabe que se sirvió de un sombrero con luces cuando pintaba de noche en mitad del campo. Pinta de forma abreviada. Corta la composición pos dos colores primarios habituales en él: el azul y el amarillo.

lunes, 12 de octubre de 2009

ACUEDUCTO DE SEGOVIA


Este acueducto es una obra realizada por los romanos probablemente para abastecimiento de una legión que estaría aquí aposentada esperando órdenes para la lucha contra los vacceos. No se sabe nada de su historia ni se han descubierto restos romanos en este lugar que pueda dar una idea de aquel momento histórico. El acueducto sigue siendo un enigma para los historiadores y los arqueólogos. Es una obra inmensa, importantísima y sin embargo no se tiene noticia de que aquí hubiera población romana importante. Tampoco se ponen de acuerdo los historiadores sobre la fecha de su construcción. Unos aseguran que fue en tiempos de Augusto, el primer emperador de Roma desde el 27 adC al 14 d.C.), y otros dicen que de tiempos del emperador Claudio (41-54 d.C.). Se ha mantenido en activo a través de los siglos y quizás por eso haya llegado al tiempo presente en perfecto estado.
Está construido en piedra berroqueña labrada, sin mortero ni argamasa, piedra sobre piedra, sujetándose una encima de la otra y encajando perfectamente. Sobre los 3 arcos de mayor altura había una cartela con letras de bronce donde se decía la fecha y el constructor. También en lo alto pueden verse dos nichos, uno por cada lado del acueducto. Se sabe que en uno de ellos estuvo la imagen de Hércules Egipcio, que según la leyenda, fue el fundador de la ciudad. Ahora pueden verse en esos dos nichos la imagen de la Virgen de la Fuencisla (patrona de la ciudad) y San Sebastián. El día 4 de diciembre, que es Santa Bárbara, patrona del cuerpo de Artillería, los cadetes arropan la imagen de la Virgen con una bandera.

En tiempos de los Reyes Católicos se realizó la primera gran obra de reconstrucción del acueducto. Se encargó de las obras el prior del monasterio cercano de los Jerónimos del Parral, llamado don Pedro Mesa. Se reedificaron 36 arcos, con mucho respeto hacia la obra original. Más tarde, en el siglo XVI fue cuando se pusieron en los nichos centrales las estatuas antes mencionadas de la Fuencisla y San Sebastián. En la actualidad se ha denunciado un alarmante estado de deterioro de la piedra y tras costosos estudios se han llevado a cabo tareas de restauración, con la ayuda económica del Estado y otros organismos nacionales e internacionales.
En los años 70 se intercambió con Roma una piedra del acueducto por una copia de la Loba del Capitolio. El acueducto es para los segovianos un símbolo muy importante, hasta el punto de figurar en su escudo.